atlas de bolsillo

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El purgatorio

México es un recuerdo. Es algo que hubiera vivido hace mucho, es un sueño. Es el sueño del que desperté para amanecer aquî y a donde pronto me voy a sepultar otra vez. Sé que me va a costar. Es la tierra,  el padre desobligado, el hermano acomedido, la amiga envidiosa y la madre que te consuela en la noche, cuando estâs cansada y nada va bien. 

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El paraîso

Y para prepararme espiritualmente a la inmersion, he abierto una botella de ron, mezclado una hojita de menta con dos cucharadas de azucar morena y medio limon, una botellita de perrier bien frîa y a gozar que el mundo se va a acabar. El viejo cd para cortar las venas con canciones de café tacuba, Silvio, Joaquinito y Sinatra. Acompañese con algunos ejercicios de yoga, la hiperventilaciôn oxigenara su cerebro y el alcohol penetrarâ mâs rapidamente sus sentidos, a un momento dado usted no podrâ saber dônde estâ, si aqui, allâ o acullà. Precauciôn si su recopilaciôn de canciones incluye algun son jarocho, podra terminar zapateando lo cual no es muy apreciado por los vecinos europeos, y dicho acto puede devolverlo a la realidad.

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Simplemente la Tierra

Caminar sobre las hojas secas de los arboles me encanta, producir el sonido de chrish-krash es infantil y me hace pensar en las ilustraciones de libro de primaria, donde generalmente se representa el otoño con las hojas. Actualmente a mi me ayuda a pensar que la mâquina del tiempo avanza aunque aqui siga haciendo calor, cuando ya no deberîa.

Regreso después de mi cambio de direcciôn, ahora necesito recuperar mis anteriores mensajes y personalizar este espacio. AHHHH, después del verano y las no vacaciones, nos preparamos para el otoño. Las hojas de los arboles ya comienzan a ponerse amarillas y caen. El aire se divierte con ellas.

Es hora de hacer limpieza y cambiar el contenido de los armarios. Estoy fatigada.

Hoy es 21 de diciembre, estoy sola en el apartamento. En la mañana no sabîa mucho qué hacer, finalmente decidî darme una tarde frîvola. Compré una revista ligera antes de subir al tren, pasé con velocidad las tres primeras pâginas de publicidad: cremas, perfumes, cosméticos. Finalmente llegué a la tienda donde debîa comprar un regalo Galerîas Lafayette, ingenua mîa. Las calles abarrotadas de paseantes que admiraban las famosas vitrinas decoradas y otros despistados como yo que dejaron la compra de regalos para ûltimo momento (yo mâs bien me resisitîa, pero de todas formas lo hice).Cuando terminé con la mision me dirigî al crucero del Odeon y me di uno de los placeres que hace mucho no me daba: ir al cine sola. Para este deleite privado seleccioné una pelîcula que hace mucho tenîa ganas de ver y afortunadamente aûn estaba en cartelera: Match Point, magnifica para terminar con mi tarde de shopping y frivolidad. Los que la han visto sabrân de lo que hablo. En fin algo que me ha hecho olvidar un buen ponche.Mañana trabajo y pasado mañana tomo el tren para celebrar nochebuena con la familia de mi compañero de viaje, en fin, ya veremos como pasa todo.